
Ayer, los conscriptos salieron de franco y pudieron recorrer las calles de Punta Arenas acompañados por sus padres.Pamela Caroca viajó desde Santiago para estar con su hijo al cual no veía desde abril. “Estoy muy emocionada, no tengo palabras para describir lo que siento al poder estar aquí. Casi todos los día hablo por teléfono con él, pero no es lo mismo. Yo creo que cuando me vaya el domingo voy a pasar por el mismo proceso que cuando él se vino”, precisó. En tanto, Felipe Sepúlveda Caroca comentó que deberá permanecer ocho meses más en la región y completar un año, para finalizar su instrucción militar. “Para mí estar lejos de mis padres ha significado tener que aprender cosas nuevas. A veces me siento solo pero trato de no pensar en eso y hacer las cosas bien, porque este sacrificio es para lograr algo mejor ”, señaló.
María Palma viajó desde la capital para estar con su hijo, al que no veía desde abril. “Estoy feliz de estar aquí y poder compartir con mi hijo a pesar del frío”, indicó.