
La temporada de vientos en Magallanes, comúnmente, comienza a mediados de septiembre. Durante los meses de primavera y verano, las ráfagas son más intensas que el resto del año y producen más de algún percance a los habitantes de la zona austral.
Por este motivo, el fuerte viento que azotó ayer a gran parte de la región sorprendió a la comunidad, la que no tenía previsto este escenario climático en una época en que la escarcha y la lluvia son los fenómenos que más perjudican a las personas.
Según datos de meteorología, el vendaval alcanzó velocidades superiores a los 140 kph. en varios puntos de la región, provocando diversas emergencias, que no son habituales durante los meses de invierno.
Ante esta situación, las autoridades determinaron el cierre de los puertos de Punta Arenas, ayer en la mañana, ante el peligro que representaba para las embarcaciones enfrentar las ráfagas de aire en alta mar.
Los vientos golpearon con tal fuerza a la región, que quebraron los vidrios de dos buses que se desplazaban en el sector de Difunta Correa. El insólito hecho lesiono a dos personas, quienes sufrieron cortes de menor gravedad (más detalles en página 12).
En Punta Arenas se registraron, al menos cinco personas que perdieron el equilibrio en la intersección de las calles Roca y 21 de Mayo, en el centro de la ciudad. La, comúnmente, denominada "esquina de los cuatro vientos", fue el sector más peligroso para los peatones que transitaban por la capital regional.
A las 11 horas, momentos en los cuales se registraron ráfagas de aire con velocidades superiores a los 115 kph., el viento cobró su primera víctima, identificada como Antonio Águila Alvarado. El hombre de 87 años se desplazaba en dirección oeste-este cuando un ventarrón lo arrojó al suelo. El anciano recién había llegado hace un par de horas a la región desde Santiago por motivos de negocios. En los primeros instantes, el accidentado fue atendido por peatones que circulaban por el lugar y voluntarios de la primera compañía de Bomberos. Minutos después, el Samu llegó al lugar para atender a Águila, que luego fue trasladado al servicio de urgencia del hospital Lautaro Navarro donde, luego de tratar el corte que sufrió en el cuero cabelludo y una contusión nasal leve, fue dado de alta.
Segundos después, mientras algunos transeúntes auxiliaban al accidentado, se precipitó al suelo un segundo hombre, quien se identificó como Eduardo Vázquez, que fue igualmente dado de alta momentos después de curar sus heridas leves. En horas de la tarde, al menos 3 personas cayeron al suelo en el sector.
Rosa Cortés, quien transitaba por el lugar y asistió en los primeros minutos a los caídos, declaró que dicha esquina es sumamente peligrosa.
"Las autoridades deberían poner mayor atención a este sector. Si bien cuando hay viento ponen cuerdas para que la gente se afirme, deberían establecer barandas permanentes para que la gente se sostenga, ya que el viento siempre causa problemas acá. Sería una buena idea", declaró Cortés.