El seremi de la cartera, Miguel Sierpe, y el director regional de la Conama, Alejandro Fernández, comentaron los alcances de la iniciativa que se está discutiendo en la Cámara Alta.
Los alcances que tendrá la iniciativa que buscará tratar los pasivos ambientales a través de la regulación del cierre de faenas e instalaciones mineras, que actualmente se encuentra en análisis en la comisión de la actividad del Senado, fue bien acogida en la región. Y es que, como afirmaron desde el gobierno, “todo suma” a la hora de evitar que se vuelvan a producir desastres ambientales como el ocurrido con Pecket.
Para el secretario regional ministerial (seremi) de Minería, Miguel Sierpe, si bien hoy hay más control, desde el punto de vista medioambiental, este proyecto viene a poner mayor seguridad y sustentabilidad a la explotación, en el sentido de que se podrá hacer un cierre temporal para seguir operando después, pero con esto habrá una garantía por los cierres totales de las faenas.
“En la declaración de impacto ambiental se está exigiendo el plan de cierre, pero con esto se intenta darle una vuelta más al tema para que sea más riguroso, en el sentido de generar garantías económicas en el caso de que la empresa no se haga responsable del vacío ambiental que se pueda producir”, comentó Sierpe.
Respecto del desastre ocurrido en el área de mina Pecket y la posibilidad de que vuelva a ocurrir, la autoridad manifestó que “las regulaciones ambientales son mucho más rigurosas de lo que fueron en ese momento. No existe la posibilidad de que las empresas puedan burlar el sistema. Además, en esos años no se exigían los planes de cierres para entregar los permisos de ejecución”.
Es inevitable no pensar en la exploración y explotación de hidrocarburos y los alcances que podría tener esta iniciativa en la actividad, debido a su predominancia en Magallanes. “Seguro va a contemplar el tema de hidrocarburos, pero, por la naturaleza de ellos, usualmente ahí se realizan planes de cierre completos”, explicó el seremi, agregando que “las empresas acá (Enap y Geopark) tienen un plan de cierre donde se busca interferir de la manera menos agresiva con el medio ambiente”.