Ayer en la madrugada fue detenido un individuo identificado como Luis José Villarroel, de 22 años, quien fue sorprendido mientras trataba de sustraer especies desde un vehículo.
El muchacho habría ingresado junto a un tercero a un minibús marca Hyundai estacionado, propiedad de una empresa dedicada al rubro de transporte al aeropuerto, el cual estaba estacionado en calle El Ovejero a la altura del 0900.
Los sospechosos habrían forzado la puerta del vehículo para ingresar. Cuando estaban en el interior del móvil, un vecino del sector se percató del hecho, alertando a la policía.
Al percatarse de que fueron sorprendidos cometiendo un delito, ambos jóvenes huyeron. Villarroel logró ser capturado por dos civiles, mientras que su acompañante logró escapar del sector.
El joven fue llevado al servicio de urgencia del Hospital Regional Doctor Lautaro Navarro alrededor de las tres de la madrugada para periciar su estado. El sospechoso no portaba su cédula de identidad al momento de la detención, por lo que se le pidió que se identificara.
El antisocial se identificó con el nombre de Sergio Vega y se procedió luego a trasladarlo a un recinto de Carabineros. Para comprobar la identidad que el imputado presentó en un comienzo, se requirió que el registro civil auxiliara la labor de la policía uniformada. Gracias al sistema biométrico del Registro Civil, se determinó que el imputado había falseado el nombre.
 Durante el control de detención, el imputado fue formalizado por los cargos de robo con fuerza y el cargo de usurpación del nombre.
El imputado presentaba un largo prontuario de delitos cometidos que contaba con una sentencia anterior por delito frustrado de robo con intimidación.
Además, Villarroel tenía dos órdenes de aprehensión pendientes. La primera, por la cual fue condenado el 5 de junio de 2009, era por cometer un robo a un lugar no habitado. El acusado había recibido 100 días de reclusión por dicha causa, de los cuales cumplió sólo uno, que corresponde al día de la detención del sujeto.
La segunda orden de detención correspondía por haber agredido a un funcionario de Gendarmería.
Ante estos hechos, se determinó que el delincuente deberá cumplir la condena anterior. Además, ante requerimiento de la fiscalía se determinó que luego de cumplir los 99 días pendientes, Villarroel permanecerá en prisión preventiva por ser considerado como un peligro para la sociedad.
Ante los nuevos  cargos que presentó la fiscalía, el antisocial declaró que era inocente.
Usando su derecho de explicar los hechos, Villarroel realizó una sorprendente declaración: “Yo reconozco que entré al auto, lo encontré abierto. Yo no quería robar las cosas que estaban el auto, sino sólo quería manejarlo, ya que estaba ebrio”, confesando que su intención eran robar el vehículo.
Tras la insólita declaración, Villarroel fue conducido al Centro Penitenciario de Punta Arenas para comenzar a cumplir los 99 días que le restan por la causa del robo a un lugar no habitado de principios de junio.
El tribunal determinó que se investigarán los hechos durante 45 días para proseguir con los trámites judiciales correspondientes al delito que se imputa esta vez.