La urna fue acompañada en su recorrido por los cuatro colegios de la congregación, por la gran familia salesiana quienes siguieron atentamente a su fundador en medio de globos, banderas y de las bandas instrumentales.
Pese al frío y los cielos amenazantes de Punta Arenas miles de personas pudieron ver ayer la réplica de la urna del fundador de la Congregación Salesiana, San Juan Bosco. Cerca de las 16.00 horas llegó hasta Kon-Aiken, donde fue acompañada por una extensa caravana de más de 150 automóviles hacia la ciudad.
Frente al Instituto Don Bosco se instaló un pequeño escenario y el lugar fue decorado por globos, mientras que sus alumnos portaban banderas de diversos colores para saludar su paso. La  urna fue descargada desde un pequeño camión en la calle José Menéndez ante cientos de personas apostadas a su alrededor. Desde allí emprendió camino hacia la Plaza de Armas donde fue recibida por la Banda Instrumental del Liceo San José y más de 1.500 personas. Allí el intendente Mario Maturana le dio la bienvenida oficial al “Padre Maestro y Amigo de los Jóvenes”. En la ocasión dijo que “Don Bosco fue un soñador que desde la lejana Italia vio a esta región y tomó la decisión de enviar a sus misioneros con una objetivo muy claro: educar a los jóvenes, especialmente a los mas pobres”.
En tanto, el alcalde, Vladimiro Mimica Cárcamo, entregó las llaves de la ciudad al provincial de los Salesianos, Leonardo Santibáñez. La máxima autoridad comunal  agregó que “han pasado 122 años y ustedes, los Salesianos, no sólo se han ganado las llaves de la ciudad, sino que el corazón de sus habitantes”.
Posteriormente, la urna hizo su ingreso a la Catedral donde se realizó el Te Deum oficiado por el obispo de Magallanes, Bernardo Bastres. Las puertas debieron cerrarse por la enorme cantidad de gente agolpada en la calle.
La directora del Instituto Sagrada Familia, Daria Marchetti, señaló que “siento una gran emoción de que la urna de Don Bosco esté acá, porque finalmente se cumplió lo que él había soñado. Y porque también yo soy misionera y creo que con la presencia de nuestro fundador se ha inyectado un nuevo hálito de vida, de renovación y entrega para los niños y jóvenes de la ciudad”.
Finalmente, la urna recorrió los cuatro colegios Salesianos de la ciudad, en medio de la multitud y de quienes siempre fueron las inspiración de Don Bosco, los jóvenes.