
Según un documento citado por agencia UPI, en lo que va de 2009, tres efectivos del servicio de prisiones fueron indagados por abusos en contra de reclusos; 25 por malos tratos a los internos y 19 fueron investigados por actos de torturas en contra de los reos.
Se informó que, durante 2008, las denuncias por malos tratos en contra de reos llegaron a 28; mientras que los apremios ascendieron a 58 casos.
Respecto de los funcionarios uniformados que fueron inculpados por agredir a internos, en el primer semestre de 2009 la cifra alcanzó los 17 casos, mientras que durante el año pasado los vigilantes indagados ascendieron a 34.
Pese a las cifras y el tipo de denuncias efectuadas, ningún funcionario de Gendarmería fue removido de sus funciones ni se le aplicaron medidas disciplinarias en su contra. Más aún, en sólo dos casos que llegaron a ser analizados para ejecutar una posible sanción, se optó por el sobreseimiento de la indagatoria.