Una violenta colisión se registró el sábado en el Barrio 18 de Septiembre, en Punta Arenas. El vehículo conducido por Fernando Knopke Velquén, que circulaba a gran velocidad por la calle Presidente Salvador Allende, impactó violentamente un automóvil estacionado, para luego culminar su accidentada carrera en el interior del antejardín de María Eugenia Oyarzún.
El hombre habría manejado su móvil bajo la influencia del alcohol, por lo cual habría perdido el control de su vehículo.
Knopke fue detenido por Carabineros y espera la citación al tribunal para que la justicia determine el grado de responsabilidad que le cabe en los choques. Sin embargo, las personas que fueron víctimas de la imprudencia del conductor quedaron seriamente afectadas por el accidente.
Luis Mansilla, dueño del auto que impactó Knopke, acababa de adquirir su vehículo. “Es un Hyundai New Accent de este año. Estaba nuevito y me faltan aún algunas cuotas que pagar. Mire como me lo dejó el hombre, hecho una miseria”, dijo Mansilla indicando la parte delantera destrozada de su auto producto del choque. Además, lamentó que su auto no tuviera seguro, por lo que cree que será difícil que pueda recuperar su inversión.
“Me desperté con el ruido e intuí de inmediato que algo le había pasado a mi auto. Yo quiero que alguien pague por esto”, comentó.
La otra familia afectada por la loca carrera de Knopke fue la de María Eugenia Oyarzún, quienes sufrieron daños estructurales en su vivienda. “Yo me desperté con un ruido espantoso. Fui inmediatamente a ver a mis hijos y a constatar que estaban bien. Luego me acerqué a la ventana e imagine usted la impresión que me llevé al ver al auto en mi ante jardín”, dijo la mujer.
El impacto destruyó el medidor y las cañerías de gas quedaron seriamente dañadas. “Gasco me dijo que se hacen responsables por el medidor, pero con las instalaciones al interior del domicilio no. Yo no tengo dinero para cancelar esto, así es que quiero que el caballero que hizo este daño me cancele lo que destruyó. Es lo que corresponde”, señaló Oyarzún con actitud firme y decidida.
La mujer sabe que no es fácil conseguir que el responsable pague por sus hechos, pero confiesa que su situación es precaria, ya que vive con sus tres hijos, una de sus nueras y un nieto en el hogar. “Yo tengo niños pequeños acá que no pueden pasar frío. Esto se tiene que solucionar pronto. Este hombre debe hacerse responsable”, finalizó esperanzada la afectada.