
Sánchez y otros dos empresarios de la zona denunciaron a la Policía de Investigaciones (PDI) lo que apuntaría a ser una millonaria extorsión, algo jamás visto en Magallanes. Bajo amenazas de muerte estas personas fueron conminadas a entregar nueve millones de pesos cada una, cancelables en un plazo máximo de seis días, el que vencía el domingo.
El caso está siendo investigado por un equipo multidisciplinario de la PDI, y la coordinación del fiscal Eugenio Campos Lucero.
La carta llegó a uno de los afectados, quien a su vez tuvo la misión de transmitirle las instrucciones a los demás, como dejar dentro de bolsas de supermercado los nueve millones de pesos que se les pedía a cada uno y dejar, el domingo 26 a las 23.45 horas, los tres paquetes dentro de un canasto de basura negro de fierro ubicado a las afueras de Arauco 742, bajo amenazas de “volar una de sus cabezas”, en caso de un eventual incumplimiento.
“Mandaremos a matar a uno de ustedes tres, con un arma silenciada, desde algún lugar estratégico, el que determinará el profesional a cargo sin dejar huellas ni rastros”. Es la principal amenaza a los empresarios en caso de no cumplir con los requerimientos económicos. “Cualquier paso en falso, el más mínimo que sea, es determinante para nosotros ya que hay mucho dinero en juego”, indicaron en la carta.
Angustiante situación
De los tres empresarios amenazados de muerte, el rostro más visible es el de Pedro Sánchez, un hombre muy conocido por su cercanía con el mundo artístico y el Festival Folklórico en la Patagonia.
El dueño de Servinaut admite sentirse tremendamente afectado por esta situación. Pero hay algo que lo anima y satisface: “la inmensa cantidad de llamadas de apoyo que he recibido”.
Frente a la angustiante situación que está viviendo, Sánchez declaró que “es un momento que no se lo doy a nadie, porque es una situación muy pesada”.
Esto mismo, admitió, lo llevó a tomar resguardos y medidas de seguridad que por razones obvias no quiso entrar a detallar.
En su vida jamás había pasado por algo así y confesó que “lo más desgastante de todo esto ha sido la parte tensional, la parte moral, la parte ilógica y el no poder entender que mi pueblo se esté transformando en lo que estamos viviendo, y que nadie le ponga el cascabel al gato. Este ha sido el peor momento de mi vida”.
Continúa investigación
Un equipo multidisciplinario de la Policía de Investigaciones continúa trabajando en aclarar este delito, según lo confirmó ayer el prefecto regional, Carlos González, con posterioridad a una reunión que sostuvo ayer en la mañana con el fiscal regional Pedro Corti.
Frente a lo inédito del hecho, y las ganas de aclarar esto lo antes posible, formuló un llamado a quienes tengan datos que aportar entregarlos sin miedo a la PDI, incluso en forma anónima.
Sobre detenidos en esta causa, dijo que “invitaron” a una persona para que se acercara al cuartel policial con la idea de que pudiera aportar algún antecedente, pero posteriormente quedó en libertad de acción.
Lo concreto es que la PDI continúa abocada a esclarecer este lamentable episodio.