
Ayer Menares pasó a control de detención, ocasión en que el fiscal Gonzalo Aranda le comunicó que iniciaba una investigación en su contra por los delitos de “hurtos reiterados” y “receptación”.
Esta persona fue detenida el lunes después de sustraer dos pantalones marca Columbia (avaluados en $ 73.980), los que guardó dentro de una “bolsa biónica” (envase especial forrado con aluminio para evitar que suenen las alarmas) para sacar las prendas de la tienda. Al rato después ingresó a la tienda Ripley, desde donde se llevó una chaqueta de un valor de $ 44.900. Pero esto último quedó registrado en las cámaras de seguridad y los guardias del local lo interceptaron a la salida, no quedándole más que reconocer el delito. Los encargados de seguridad solicitaron la presencia de la Policía de Investigaciones (PDI), llegando un equipo de la Brigada de Robos que al detener al “mechero” encontró entre sus pertenencias la llave de un casillero del Lider donde había guardado, entre otros artículos, un polar robado desde la tienda Bellota, por un valor de $ 14.800, un reloj pulsera de mujer, correspondiente a otro hurto, además de un alicate y alarmas destruidas.
Aranda pidió al magistrado enviar al imputado a la cárcel a cumplir la medida cautelar de prisión preventiva la que, entre otras razones, justificó por el hecho de que Guillermo Menares registra condenas por hurto, lesiones menos grave y hurto frustrado. Además, el 4 de agosto el Ministerio Público ingresó una acusación pidiendo una pena de 819 días de presidio por hurto en la tienda El Arte de Vestir, el 16 de mayo de 2009. También registra un hurto en Falabella. Estos antecedentes fueron suficientes para estimar que la libertad de Menares constituye un peligro para la sociedad y el juez ordenó el ingreso del imputado a la cárcel.