
Uno de los problemas de mayor connotación en Magallanes es el de la violencia intrafamiliar, con denuncias a diario en los tribunales. El caso más reciente e impactante fue el de un gendarme que amenazó de muerte a su grupo familiar, les cortó la línea telefónica y les advirtió que no se quedaría tranquilo hasta no ver a todos dentro de un cajón.
Sicopatía en la VIF
El oficial de Carabineros, quien vino invitado a Punta Arenas a dictar el “Primer Seminario Sobre Innovaciones Criminalísticas y Victimología Forense, a efectuarse hoy en la Universidad de Magallanes (Umag), dijo que en este encuentro tiene previsto abordar los perfiles criminales, asociados al grooming y bullying, incluso incorporando la sicopatía y las consecuencias en la sociedad.
Valdivia explicó que el sicópata se caracteriza por no tener ninguna consideración por la vida. Es capaz de violar, matar, robar, engañar y, sin embargo, puede ayudar a una anciana a cruzar la calle. “La variabilidad es la característica central de la sicopatía. Estas personas no actúan sicopáticamente en todo momento, sino dependiendo de su convivencia más cercana y por eso se manifiesta mucho en la violencia intrafamiliar”. Porque cuando el sicópata tiene una forma de escape con otro cercano, es muy probable que no actúe sicopáticamente con la sociedad. “La sicopatía tiene dos formas de manifestación: una es la forma devastadora, sanguinaria, la que le lleva a ser un depredador de la sociedad, pudiendo violar, matar, descuartizar sin ningún problema, sin que haya pérdida de juicio o realidad. No estamos hablando de un loco, sino que de una persona que tiene la conciencia, la voluntad y capacidad para dirigir su conducta”.
Tanto en la violencia intrafamiliar, como en el acoso laboral y el acoso escolar hay elementos característicos de la sicopatía. “Estamos hablando de abuso del poder: el uso del otro y el daño sobre el otro de manera persistente”. En este aspecto el daño más grave es el sicológico, sobre el físico, porque es el que causa mayor cantidad de consecuencias y es justamente uno de los elementos que utiliza el abusador sicopático para obtener placer, indicó el comandante Valdivia, haciendo presente que la sicopatía no tiene solución, porque la persona nace sicópata y muere sicópata. Esta es una patología que se manifiesta, principalmente, entre los 15 y los 30 años, porque es la etapa de la vida en que se presenta la mayor impulsividad, inestabilidad y energía sicopática.
El caso más cercano y que cumple con todo el perfil y características de un sicópata es el de Francisco Silva, 37 años, quien en Valparaíso secuestró a la pequeña de cinco años, Francisca Silva, la violó y mató. En caso de ser condenado a presidio perpetuo calificado, serían 40 años efectivos de cárcel, “por ende, no estamos frente al riesgo de reincidencia que pudiera presentar si saliera a los 40 ó 50 años”.