
El Chulengo es un clásico artefacto que se utiliza en Magallanes para preparar carnes al aire libre. La ventaja de este aparato es que al ser cerrado protege el fuego y carne del viento y la lluvia.
El nombre lo recibe por la similitud que posee con la cría del guanaco, que posee patas delgadas, un toráx compacto y un largo cuello, lo que se asemeja a las patas, cámara y caño de humo del asador.
Es tradicional preparar carnes de vacuno, pollo, cordero o cerdo en los chulengos. Sin embargo, también se pueden preparar mariscos. Los entendidos recomiendan asar cholgas en su concha con queso y chorizo. Un verdadero manjar.
Existen múltiples teorías acerca del origen de este artefacto. Sin embargo, lo que está claro es que este fue importado desde Argentina hace varias décadas.
En la región hay varios maestros que producen chulengos, con diversos materiales y dimensiones.
Iden Cárcamo es uno de ellos. El aprendió este arte mientras trabajaba en las plataformas de Enap ubicadas en Bahía Laredo. Según recuerda, en aquellos días se acercaban los jefes con restos metálicos de desechos para que fabricar diversos útiles.
“Ahí aprendí el arte de fabricar chulengos. Pasábamos horas recortando tambores y soldando las partes para fabricarlos y la verdad es que era algo muy entretenido”, comenta Cárcamo.
Luego de jubilar por problemas de salud, Cárcamo se dedicó a fabricar diversos aparatos de metal como trineos, canastillas de basura, parrillas y astas de bandera, las cuales son muy demandadas en la época dieciochera.
“Calculo que unos 500 mástiles que existen en la región, son hechos por mi”, señala Cárcamo con orgullo.
Pero, lo que más disfruta realizar son los chulengos, para los cuales selecciona los materiales más adecuados para realizarlos.
“Yo trabajo sólo con termos en desuso para realizar las cámaras, ya que otros tambores, como los de combustible, pueden tener residuos que pueden ser nocivos. Yo compró los termos de agua que la gente no usa para realizar mis aparatos, ya que no contienen nada que sea dañino”, explica.
Cárcamo desconoce si se realizan Chulengos en otras localidades del país. “No hacen en ningún otro lado. Si bien hacen algunos que son parecidos, no tienen la misma calidad que los que se fabrican acá en la región”, señala.
El maestro explica que los artefactos deben ser hechos con gran precisión y dedicación, ya que cualquier falla puede afectar la preparación y el sabor de la carne.