
La misma se sustenta en la información recabada a través de la concurrencia de las Brigadas de Homicidios del país en los últimos tres años, y lo que se quiere es “enseñar a la comunidad a reconocer las señales de los posibles suicidas”.
A cargo de la campaña a nivel local está el jefe de la Brigada de Homicidios (BH), Eric Martínez, a quien le resulta muy preocupante los altos índices de suicidio que exhibe Magallanes, en relación a la cantidad de habitantes que tiene. En 2008 la tasa de suicidios fue de 11,2 personas por cada cien mil habitantes, en comparación a Santiago que es de 4,2.
El crecimiento de esta problemática queda reflejado en las cifras. En 2005 la tasa fue de 3,2 personas por cada cien mil habitantes; el 2006 fue 5,6; el 2007 fue de 8,4 y el 2008 se elevó peligrosamente a 11,2.
Campaña
La campaña, que se presentó oficialmente en Santiago el jueves pasado, considera una fuerte arremetida publicitaria y charlas en colegios y juntas de vecinos, que será el próximo paso que den los oficiales de la BH.
Uno de los factores más importantes para frenar estas negras cifras es la prevención. Por eso es necesario aprender a identificar las señales que, la gente que se quiere suicidar, entrega antes de llegar a ésto. “La gente no se auto elimina porque quiere morirse, lo hace porque en el fondo está encerrado en una situación de la cual él piensa que no tiene escapatoria”. A raíz de lo mismo, esta campaña lo que busca es poder enseñar a reconocer los rasgos suicidas. Y por eso cuenta con el patrocinio del Instituto Chileno de Salud Mental y el Ministerio de Salud.
Lo importante para la Policía de Investigaciones (PDI) no es tanto poner el tema de la muerte sobre la mesa, sino que la prevención. El comisario Martínez hace la salvedad de lo importante que es poder recuperar los espacios de conversación dentro de la familia, aprender a conocerse o estrechar lazos, porque esto ayuda a prevenir situaciones de riesgo.
No por nada los suicidios han aumentado en un 60% en todo el mundo, según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Tradicionalmente las tasas de suicidios son más altas en varones de edad avanzada, pero actualmente el grupo de los jóvenes ha ido en aumento, hasta el punto de llegar a ser uno de los más vulnerables.
Según el Departamento de Estadísticas del Ministerio de Salud, en 2006, el suicidio fue la segunda causa de muerte entre los 20 a 44 años de edad. Y los trastornos mentales (especialmente depresión y abuso de sustancias), se encuentran asociados con más del 90% de estos hechos. Por cada suicidio, existen de cinco a seis personas cercanas al fallecido que sufren las consecuencias emocionales, sociales y económicas.
Los grupos etáreos más afectados son: en primer lugar el de los 75 a 79 años; en segundo lugar los de 25 a 34 años y en tercer lugar el de los 45 a 54 años.
Pionera
Con esta campaña, la PDI se convierte en pionera en el tratamiento de esta problemática. “No desde el punto de vista clínico, aclara Eric Martínez, porque nosotros no somos los especialistas ya que ante una situación conflictiva, como una amenaza de suicidio, lo primero que recomendamos es buscar ayuda profesional”.
“Las regiones de mayores suicidios están al sur de Chile, entre la IX y la XII Región. Luego viene la zona central, y los índices más bajos están en el norte. Esto se debe a factores climáticos: en el norte hay más luminosidad solar, lo que ayuda a la liberación de serotonina, lo que mejora el estado de ánimo. En el sur, además de la menor luminosidad, la cantidad de población rural es muy alta”, consigna en su libro “Suicidio en Chile: un signo de exclusión”, el profesor de la Universidad Austral, Dagoberto Duarte.