
Debido a las graves lesiones luego de ser arrollada, la joven tuvo que ser intervenida dos veces para extraerle coágulos que se le habían formado en el cerebro. Luego de eso, permaneció en coma barbitúrico y conectada a ventilación mecánica por más de diez días.
La abuela de la menor, María Miranda, se mostró muy feliz de que su “bebé”, como cariñosamente le dice a su nieta, finalmente pudiera abandonar el recinto asistencial luego de tan complicada situación. “Verla salir del hospital es un verdadero milagro. Cuando sucedió el accidente, los médicos nos habían dicho que una vez que pasara su estado más grave, iba a tener que estar entre cuatro y seis meses internada. Pero verla salir ahora es una alegría inmensa para toda la familia”.
Miranda agradeció las muestras de cariño y apoyo manifestadas durante este difícil momento por gran parte de la comunidad, que organizó cadenas de oración y misas por la pronta recuperación de Macarena Alvarado.