
La cita se realizó en las instalaciones ubicadas en la intersección de las calles general del Salvo esquina Juan Blanchard, pertenecientes a la comunidad Corazón de María.
En la actividad, el plato fuerte fue una gran cazuela de ave; el postre nacional, mote con huesillo, fue el deleite de los niños.
Los chulengos encendidos fueron testigos de la alegría que desplegaron los niños al bailar cueca, jugar ruleta, ping pong y taca taca.
Si bien la actividad tuvo un acento marcado por las Fiestas Patrias, la reunión se realiza cada sábado y es organizada por un grupo de voluntarios que desde 1987 viene trabajando en el apoyo a niños vulnerables socialmente. Los monitores trabajan con carisma y un amplio sentido de solidaridad.
Gloria Velásquez, una de las monitoras, dijo: “Hemos entregado volantínes y un almuerzo a los niños que asisten a nuestra comunidad. Cada sábado asisten menores de distintos sectores de la ciudad, de entre tres y 18 años. Los niños son bienvenidos sin importar su apellido, edad o el barrio. No existe exclusión, enfatizó la guía.
Una de las necesidades de los niños, es la ausencia de cariño, que es entregado en cantidad por los voluntarios. “Generalmente puede faltar algún integrante de la familia, pero lo que más entregamos en nuestro trabajo es cariño. Con poco hacemos mucho. Si hoy realizamos un almuerzo para treinta niños, mañana podrían ser cuarenta. Todo los niños que deseen venir lo pueden hacer” agregó Velásquez.