
Claudia Barrientos Sánchez (PPD), de profesión periodista, hace poco fue madre de la pequeña Martina. Ha logrado resaltar en la Región de Magallanes por las diversas actividades que ha ejercido en el mundo político. Fue directora del Servicio Nacional de la Mujer (Sernam) en las regiones de Aysén y Magallanes y hoy es la única mujer del Concejo Municipal de Punta Arenas.
Barrientos es dirigenta nacional del Partido Por la Democracia y parte de su Comisión Política. Sus ideales y su convicción acerca de que es necesario continuar cultivando la democracia, la llevaron a declinar su apoyo a las candidatas a diputadas de la Concertación por el Distrito 60 y al presidenciable del oficialismo Eduardo Frei Ruiz-Tagle. Según ella, en Magallanes, la Concertación ha perdido la posibilidad de doblar “porque ha hecho mal las cosas” y es justo que pronto se produzca un cambio.
¿Cómo ha tomado la responsabilidad de ser la única mujer al interior del Concejo Municipal? ¿Cree que ello ha permitido que su rol sea el colocar los “puntos sobre las íes”?
“Tú lo señalas, es una responsabilidad, y al ser la única mujer en el concejo, se convierte en una responsabilidad aún mayor, ya que poner la perspectiva de mi género como parte fundamental para la implementación y desarrollo de la gestión municipal demanda mucho trabajo, para el cual, por cierto, estoy dispuesta. La cultura patriarcal, a ratos con la deformación de lo misógino, es difícil de derrotar. Por fortuna, algunos concejales tienen más desarrollado su sentido de justicia y con ellos se facilita el trabajo y se pueden generan alianzas y acuerdos para avanzar con una mirada más inclusiva en el desarrollo de la comuna. Sobre los ‘puntos sobre las íes’, creo que es propio de mi género decir las cosas con claridad. Todo lo que se sustenta en la claridad permite avanzar de verdad. Y para avanzar de verdad en los cambios culturales que necesitamos como sociedad se requiere claridad y firmeza, ya que son parte de la conducta que se necesita para trabajar en equipo, y el Concejo Municipal debe ser un equipo que trabaje al servicio de Punta Arenas y para ello no da lo mismo cómo lo hagamos”.
¿Cómo cree que sus pares, los concejales, ven el que exista una mujer entre ellos?
“Prefiero creer que entienden que por el bien de la ciudad se debe tener en el concejo el máximo de opiniones y formas de ver y hacer las cosas. En una instancia como ésta debe imperar la racionalidad para la consecución del bien común, racionalidad que nos debe llevar a tomar lo mejor de quienes componemos el concejo, y en esto es muy importante lo que haga o no haga el alcalde, que es quien preside este órgano colegiado. Ser la única mujer en el concejo es una desventaja, ya que el esfuerzo para que el enfoque de mi género esté presente en todo lo competencial del municipio, debe ser mayor. En espacios e instancias donde se toman decisiones que afectan al conjunto de la comunidad, debemos exigir conductas claras. Se deben hacer las cosas para mujeres y hombres con justicia, propendiendo al desarrollo real de la igualdad de oportunidades en la comuna”.
¿Ha sentido en algo el machismo?
“En una cultura donde el principal componente es el machismo siempre están presentes conductas determinadas por éste, tanto en hombres como mujeres, y el concejo claramente no es la excepción. Pero estas conductas debemos ir cambiándolas por aquellas que estén determinadas por la búsqueda de relaciones justas derivadas de la comprensión que mujeres y hombres se requieren para construir futuro, y esto no es posible si no es en igualdad de condiciones en todo aspecto y en todo ámbito. Si somos capaces de asumir esto como elemento ordenador de nuestras relaciones humanas claramente podremos, como sociedad, tener una mirada distinta de cómo relacionarnos con nuestro planeta, con su naturaleza y entre los distintos pueblos que lo habitamos”.