
Pero los meses pasaron rápido y el viaje se reprogramó para el 18 de septiembre, ocasión en la que más de mil familiares arribaron a Magallanes. Verónica Olguín se trasladó desde la VII Región para ver a su hijo Diego Sandoval, que realiza su servicio militar en el Regimiento de Ingenieros Nº 5 Punta Arenas. “Mi hijo nunca había estado tanto tiempo lejos de la casa y en un lugar tan alejado. Igual fue triste dejar a mi marido y a mi otro hijo por unos días, pero todo sea por venir a verlo y apoyarlo”, dijo Olguín, quien además agregó que es la primera vez que visitaba Punta Arenas, pero que le pareció una ciudad muy hermosa y que no sufrió tanto las condiciones climáticas.
En tanto, su hijo comentó que “fue triste para todos los soldados que los familiares no hayan podido venir a una ceremonia tan importante como es el Juramento a la Bandera, pero igual estamos contentos de que ahora, para Fiestas Patrias puedan compartir un par de días con sus seres queridos”.
Mónica Parada, proveniente de Curicó dijo que “es diferente ver la Parada Militar que el Juramento a la Bandera, por lo que me habría gustado haber venido en julio, pero no se pudo. Pero aquí estoy ahora, acompañando a mi hijo y aprovechando de conocer la ciudad”.
Su hijo, Roberto Trincado, del Regimiento de Ingenieros señaló: “Mi experiencia ha sido súper linda y me ha servido bastante el servicio militar. Estoy feliz de poder estar con mi madre y que vea como me he desarrollado estos últimos meses dentro del Ejército”. El joven comentó que una vez que termine su servicio militar piensa postular a alguna de las ramas de las Fuerzas Armadas.
A la región llegaron 1.099 familiares de soldados conscriptos, quienes se distribuyeron entre las ciudades de Punta Arenas, Porvenir y Puerto Natales.