Iván Wiedeman Brown fue gravemente acuchillado la madrugada del 26 de mayo y ahora, cuatro meses después de la brutal agresión, volvió a reencontrarse con sus tres agresores. Esta vez en el Juzgado de Garantía con motivo de una audiencia donde uno de los imputados prestó declaraciones al fiscal, pero lo hizo con la condición de que fuera frente a un juez.
Por esta causa, y a través del abogado del Centro de Atención Integral a Víctimas de Delitos Violentos, Marcelo Figueroa, la víctima presentó una querella criminal en contra de los imputados Gonzalo Ampuero Coronado, de 30 años, y de los hermanos Mario Andrés (alias “Mascota”), de 18 años, y Víctor Domínguez Oyarzún, de 22, por el delito de “homicidio calificado en grado de frustrado”.
Fue durante la madrugada del 26 de mayo en que Iván Wiedeman sufrió la agresión. Ese día estaba bebiendo en una cancha del sector Río de Las Minas con Mario Domínguez y Kevin Dittmar. Luego Wiedeman y Domínguez comenzaron a darse empujones, momento en que el querellante decidió retirarse del lugar acompañado de su amigo Dittmar.
Cuando llegaron a Colón esquina España fueron abordados por los hermanos Domínguez y Ampuero, quienes andaban premunidos de un palo y dos cuchillos con el que agredieron a Wiedeman. El trío se ensañó, ya que la víctima fue ampliamente superada por los agresores y las armas que utilizaron. Wiedeman fue a dar a la UCI del hospital regional por heridas cortopunzantes múltiples en el cráneo, miembro superior izquierdo, herida penetrante torácica complicada con hemotórax derecho, herida cortopunzante cervical izquierda con sección arterial, heridas todas potencialmente mortales, según el informe del Servicio Médico Legal (SML).
“Espero justicia”
Diario El Pingüino entrevistó en el tribunal a la víctima quien habló de su recuperación, lo que es hoy su vida y la justicia que espera.
¿Cómo han sido estos meses después del episodio que estuvo a punto de costarle la vida?
“Muy difíciles y aún vivo asustado. Me costó mucho recuperarme durante los primeros meses, lo cual, en parte, logré gracias al apoyo de mi familia y de los amigos que se me acercaron”.
¿Temió por su vida?
“Claro que sí, porque no esperaba una agresión tan repentina y que en 12 segundos me apuñalaran como lo hicieron”.
¿Cuánto tiempo estuvo en el hospital?
“Unos 20 días, de los cuales dos los pasé en coma, una semana estuve en la Unidad de Cuidados Intensivos y al final pasé al Servicio de Cirugía. Tuve fiebre, me costaba respirar y rechacé muchos medicamentos”.
¿Y hoy cómo está de salud?
“Bastante mejor, pero con muchas dificultades, porque no puedo hacer la misma fuerza que antes. Por lo mismo me ha costado bastante retomar el ritmo normal”.
¿Y qué hace ahora?
“Sigo trabajando, pero me retiré del lugar céntrico donde estaba antes por miedo a que me pasara algo”.
¿Ha tenido miedo a represalias?
“Mucho miedo y, por lo mismo, no camino por lugares donde me ocurrió el incidente. Ahora ando asustado siempre. Ya casi no salgo, y si lo hago, tiene que ser a la casa de alguien de mucha confianza”.
¿Qué espera del proceso que está en marcha?
“Espero que se haga justicia y que ellos digan la verdad, porque se están contradiciendo y diciendo mentiras”.
¿Y qué fue lo que generó esta agresión?
“Cosas que habían pasado anteriormente, pero cuando me encontré con “El Mascota” (Mario Domínguez) me dijo que nos pusiéramos a la buena, pero con trago él es otra cosa. Cambió y fue cobarde al atacarme con un cuchillo y dos personas más”.