Un mensaje a ser más solidarios, entregó a la comunidad el colectivero que la noche del 1 de octubre tuvo la valentía de intervenir al ver que una turba agredía brutalmente en la calle a un adolescente.
Roberto Muñoz tenía la opción de seguir de largo o hacer algo para evitar que la persona que estaba en el suelo continuara siendo agredida. Ya le habían pegado con un fierro en la cabeza y lesionado con arma blanca. El colectivero cerró los ojos, no lo pensó y se abalanzó con el vehículo sobre la turba. La “sangre fría” con que actuó le permitió conseguir el objetivo, que los agresores dejaran de golpear a la víctima y salieran huyendo.
Esto le permitió tomar al adolescente en sus brazos y trasladarlo al Servicio de Urgencia del Hospital Regional Dr. Lautaro Navarro, donde fue examinado, operado y quedó internado, por las lesiones de carácter grave que presentaba.
Pingüino Radio
Al día siguiente Roberto Muñoz llamó a Pingüino Radio y contó lo sucedido. Como único testigo de los hechos relató paso a paso lo ocurrido. En esos momentos,  el jefe provincial de la PDI, Jorge Aqueveque, se trasladaba en su vehículo y escuchó el testimonio de esta persona y de inmediato solicitó a la Brigada de Homicidios que lo ubicaran, partiendo por la emisora, como lo declaró ayer el mismo oficial.
Reconocimiento
El jefe de la Policía de Investigaciones (PDI), prefecto Carlos González Hoffens, no quiso dejar pasar la oportunidad de reconocer públicamente el gesto heroico de este trabajador de la locomoción colectiva. Ayer, a las 11 horas, reunió en el acceso principal del cuartel de la PDI con Muñoz y a la madre del adolescente agredido, Inés Hernández.
González pidió no olvidar que “gracias a su oportuna intervención (del colectivero) pudo rescatar a un menor que estaba siendo atacado por hinchas de un equipo contrario, y de no haber sido por él, el menor agredido pudo quedar abandonado y, probablemente, habría fallecido gracias a su oportuna intervención que incluyó el traslado de la persona herida al hospital”.
“Falta compromiso”
Muñoz criticó la falta de compromiso de algunas personas, que siendo testigos de una agresión no sean capaces de intervenir. “Creo que la delincuencia ha ganado espacios porque la gente mira desde la ventana. Muchas veces entre meterse y no meterse optan por quedarse en la casa, cerrar la ventana y apagar la luz, olvidándose del tema”.
El día de la agresión fue testigo de personas que estaban mirando y no hicieron nada. Algunos, viendo el esfuerzo que debió hacer para introducir al joven al auto no lo ayudaron. Es el caso de un hombre que optó por salir a cerrar el portón con llave, en vez de apoyarlo. Pero igual lo entiende, por el temor a represalias.
Aunque lo más gratificante para este trabajador fue lo que después le dijo su hijo: “Me siento orgulloso de que tú seas mi padre porque lo que hiciste es de héroe”.
Madre
La madre del adolescente golpeado, Inés Hernández, se mostró muy agradecida y no había tenido la oportunidad de entregarle a Muñoz su gratitud. Lo abrazó emocionada porque de lo contrario la historia pudo tener otro desenlace.
“Gracias a él mi hijo está vivo y recuperándose, porque, como dijo el médico, si le hubiesen dado un golpe más no lo contamos”. Agradecimiento que extendió a la PDI.