Pese a que los detenidos pidieron perdón en la audiencia de formalización de cargos, el juez Juan Olivares los envió a cumplir prisión preventiva.
Un vehículo de la Brigada de Investigación Criminal de la Policía de Investigaciones (PDI), que cumplía un patrullaje por calle Enrique Abello y Cataratas del Niagara, vio a lo lejos cuando dos sujetos agredían a golpes a un menor. Los delincuentes lo estaban asaltando y apenas vieron la presencia policial salieron escapando.
Los detectives emprendieron la persecución hasta que lograron dar con uno de ellos, mientras que el otro corrió hasta quedar fuera del alcance policial. Posteriormente,  verificaron que los autores eran hermanos, los que fueron identificados como Cristian y Adrián Naupayán Evens.
El subprefecto jefe de la Bricrim, Erwin Salazar, destacó la oportuna presencia de los funcionarios de su brigada que ayudaron a la víctima del asalto, un niño de tan solo 15 años que en esos momentos se dirigía a la casa.
Llamó la atención la osadía de los delincuentes, quienes cometieron el asalto a plena luz del día. Por confesión de los mismos detenidos el propósito de su accionar habría tenido relación con juntar dinero para comprar licor y ver el partido de Chile y Colombia. Pero no midieron sus consecuencias y actuaron con desmedida agresión atemorizando a la pequeña víctima a quien le pusieron un cuchillo en el cuello.
Esto les permitió despojarlo de $ 2.500 y un teléfono celular, avaluado en ochenta mil pesos.
La detención de uno de los hermanos permitió que alrededor de las 20 horas llegara a presentarse al cuartel policial el segundo de los involucrados.
A prisión
La fiscalía solicitó la prisión preventiva para los hermanos, otorgándola el juez Juan Olivares pese a la oposición del abogado defensor.
Los imputados hablaron en la audiencia y pidieron perdón a la víctima. Admitieron que estuvo mal lo que hicieron y que cometieron un acto de locura y que antes jamás lo habían hecho.