
La iniciativa crea, además, una Subsecretaría especializada que va a fijar nuevas categorías para los establecimientos hoteleros y protegerá a los turistas y visitantes en caso de atenciones que no correspondan a la calidad de los servicios ofrecidos. En lo fundamental, el proyecto apunta al desarrollo y promoción de la actividad turística, mediante el perfeccionamiento de sus mercados y por medio de mecanismos destinados a la creación, conservación y aprovechamiento de los recursos y atractivos turísticos nacionales.
Por ello, se crea una instancia de coordinación vinculante superior, que ordenará las decisiones en materia de políticas públicas de turismo, otorgará coherencia a los esfuerzos públicos vinculados a la actividad y comprometerá en el cumplimiento y la evaluación de la política nacional de turismo a los diversos órganos competentes. Se propone la creación del Consejo de Ministros del Turismo. Sus funciones serán las de proponer al Presidente de la República, a través del ministro presidente del Consejo, los lineamientos centrales que orientarán la política pública al respecto; además deberá aprobar y velar por el cumplimiento de las políticas que los órganos públicos desarrollarán en cumplimiento de sus funciones relacionadas con la materia.