En el marco del tradicional desfile dominical, una veintena de profesores, encabezados por el presidente comunal del Magisterio, Carlos Curill, y el presidente del Departamento de Profesores Jubilados, Alonso Chávez, protestaron en forma pacífica por el no pago del bono de Subvención Adicional Especial (SAE) y por la “deuda histórica” que el Estado mantiene con los maestros desde 1981. En sus pechos lucían vistosos carteles que hacían alusión a lo adeudado.
Los docentes se mantienen en paro desde el viernes pasado y han dicho que no retornarán a las aulas hasta que el gobierno presente un proyecto que repare la “deuda histórica” y el bono SAE. Este último beneficio es una asignación especial de $ 15.000 por hora de contrato, es decir, en total, al año el dinero a entregar a cada profesor debería ser entre $ 300 mil y
$ 450 mil.
La “deuda histórica” se generó en 1981, cuando el Estado traspasó las educaciones básica y media a los municipios, un año después de que el régimen militar anunciara un bono especial para compensar los bajos sueldos de los maestros, que se pagaría en cuatro cuotas, en años sucesivos.
Según la Contraloría y el gobierno, con el traspaso de la educación a los municipios los profesores dejaron de ser empleados públicos, al no depender más del Ministerio de Educación y, por lo tanto, no les corresponde recibir beneficios. La deuda, según los cálculos del profesorado, asciende hoy a más de
US$ 9.000 millones.
El presidente comunal de los profesores dijo que “los dirigentes nacionales mantienen conversaciones con el gobierno, no manejamos mayor información. Esto sin duda nos preocupa mucho, porque si no hay disposición por parte del gobierno a conversar y buscar una solución a los problemas, el paro va a seguir”.
Curill agregó que “hay que recordar que aquí no se está hablando de que nuestros sueldos sean incrementados, sino que hay platas que no se pagaron y es justo que cualquier empleado de cualquier empresa cuando su empleador no quiere seguir cancelando una plata, porque se le ocurrió de forma arbitraria, es justo reclamar”, precisó.
Asimismo dijo que respecto de la deuda histórica, que la Cámara de Diputados hizo un informe detallado de lo que significó esto: “La presidenta en su momento reconoció que había una deuda con el Magisterio y que iba a haber una solución y ahora dice que no hay deuda y que está prescrito, entonces esto demuestra que su palabra no vale nada”, precisó.