
La iniciativa se desarrolla gracias a la labor altruista de la fundación Gantz, y el vínculo que existe con la agrupación de padres de niños fisurados y otras malformaciones, que ayudan a canalizar las necesidades de las personas que necesitan este tipo de operaciones.
El doctor Luis Monasterio explicó que la importancia de estas iniciativas es que se les resuelve sus problemas en la región y que no tienen que viajar al centro del país, con todos los costos que esto significa.