
Los involucrados colocaron una caja con basura en el patio, lo que alertó a los efectivos del lugar.
Alrededor de las 22 horas del viernes, la policía recibió un llamado al 133 proveniente desde un celular que no pertenece a ninguno de los dos ex uniformados, y que informaba sobre una supuesta bomba en el recinto. Posteriormente, se aplicó el procedimiento y se trasladaron hasta el lugar efectivos del GOPE para realizar el proceso de rigor.
Institución implacable
El hecho fue calificado por la institución como “inaceptable”, lo que motivó a adoptar la medida irrevocable de la destitución inmediata de los ex uniformados.
Luego de consumada la broma, y de alertarse a los efectivos de la comisaría, los uniformados del GOPE que acudieron al procedimiento concluyeron que la caja encontrada en el lugar contenía una piedra con un cable amarrado a una pila, además de la leyenda “Bomba” en su parte superior, sin encontrar rastros de explosivos en el artefacto.
Tras el suceso, el teniente coronel Marcelo Cáceres, subprefecto de la zona occidente de Santiago, y ante los trascendidos de que había sido una broma realizada por dos efectivos, aseguró que no se podría descartar ninguna hipótesis, asegurando que iban a ser interrogados todos los funcionarios de la comisaría para esclarecer el acontecimiento y se abriría un sumario administrativo.
La investigación preliminar arrojó que sí existía participación de funcionarios de la institución quienes, alertados por la presencia del GOPE, confesaron los hechos al capitán de la unidad policial, y fueron informados de la sanción en su contra.