Un enceguecido padre de familia ultimó a su mujer en el baño de la casa propinándole una mortal estocada en el tórax y otra en el antebrazo izquierdo, luego de lo cual se quitó la vida ahorcándose con una cuerda que amarró al entretecho.
Las víctimas fatales fueron identificadas como David Hernández Cano, un cabo de Carabineros que el año 2006 fue dado de baja de la institución; y Yolanda Soto Rodríguez, funcionaria del Departamento de Recursos Humanos del Servicio de Salud Magallanes, quienes dejan dos hijos: Leslie, de 19 años, que estudia Derecho en Valdivia y su hermanito de nueve años, José Ignacio, alumno del Liceo San José.
Macabro hallazgo
Al parecer David Hernández tenía tomada la decisión porque ayer, alrededor de las dos de la madrugada, dejó encargado al hijo en la casa de un amigo a quien no quiso hacer partícipe de lo que vendría, justificando la petición en que necesitaba conversar en privado con su esposa.
El jueves la mujer pidió un permiso especial en el trabajo porque tenía que viajar en forma urgente a Valdivia, a solucionar un problema que la hija había tenido con su padre, y el domingo volvió a Punta Arenas.
El amigo de la casa, un funcionario del Laboratorio de Criminalística de la Policía de Investigaciones, fue quien protagonizó el macabro hallazgo. Ayer en la mañana, y después de muchas horas sin saber nada de los padres del menor, decidió ir personalmente a la casa que el matrimonio arrendaba, en Capitán Guillermos Nº 0683.
El cuadro con que se encontró el funcionario fue impactante. La mujer yacía muerta en el suelo y la sangre estaba en todas las paredes. Según el jefe de la Brigada de Homicidios, Eric Martínez, esto indica que la víctima luchó por su vida y que luego, en el suelo, no hizo más que protegerse y por eso la profunda herida que presentaba en el antebrazo.
Esto refleja el grado de enceguecimiento y de ensañamiento con que actuó el ex uniformado. Se dice que recién pudo entrar en razón cuando la vio muerta y que por eso habría tomado el camino de autoeliminarse.
El caso caló hondo en vecinos, amistades y familiares. Mucha gente se acercó al domicilio y en las afueras esperó el retiro de los cuerpos, misión que cumplió el Servicio Médico Legal. Ayer en la tarde se supo que la hija llegaría a Punta Arenas en horas de la noche.
Fiscal
La fiscal Alejandra Guevara, como acostumbra hacerlo en situaciones de este tipo, se constituyó en el sitio del suceso para dirigir en terreno la investigación que se abrió a partir de este parricidio y suicidio.
Después de permanecer un largo rato al interior del domicilio, junto a los peritos de la Brigada de Homicidios de la PDI, informó que la muerte del matrimonio se produjo entre las cuatro y cinco de la mañana. “La mujer fue muerta de una certera puñalada, a la altura del pecho, y como mecanismo ella sólo alcanza a sentarse en el suelo del baño y hace el gesto de evitar ser apuñalada y posteriormente su cónyuge se ahorca en la puerta del dormitorio”.
Consultada por denuncias de violencia intrafamiliar, la fiscal respondió que no existen antecedentes, ya que se había rumoreado que la pareja enfrentaba algunos problemas, los que alcanzó a revelar a sus más cercanos en el trabajo.