“Hay situaciones de la sociedad que nos están sobrepasando y por lo tanto tendremos que poner mayor atención en nuestra educación, en la familia y en todas aquellas cosas que son tradicionales”, reflexionó ayer el obispo Bernardo Bastres tras entregar el pésame a la madre del menor fallecido.Indicó que cuando un menor se quita la vida, lo hace no solamente por un problema puntual, sino que por algo mucho más profundo. La tarea es justamente averiguar esto último, “para que podamos prevenir situaciones como éstas y poder educar y prevenir para que no suceda esto con otro chiquillo. Considero que esta muerte es un tremendo grito para buscar la vida”.
Por unos minutos monseñor Bastres ingresó a la capilla San Francisco de Asís a compartir la pena y el dolor con la familia.
Al velatorio llegaron muchos amigos del adolescente, quienes protagonizaron escenas de profundo dolor.
