Comentario obligado durante las últimas semanas ha sido lo cambiante y frío que ha estado el clima considerando el período del año.
Si bien noviembre nunca se ha caracterizado por ser uno de los meses más calurosos en esta zona austral del país, sí existe un consenso en que se podía guardar la ropa más gruesa para dar paso a los suéteres. Sin embargo, eso es visto actualmente como algo lejano debido a las bajas temperaturas y a los repentinos chubascos de agua nieve que se han dejado caer.
Ante estas variaciones de temperatura, lo primero que se viene a la mente para entender la situación es el cambio climático, no obstante los especialistas en el tema aseguran que es aventurado atribuirle estos hechos.
Lo cierto es que la condición general que se está presentando en la región se debe “al fenómeno del niño que se está registrando en el norte del país. Ello provoca que entren masas frías en esta época”, explicó el jefe de turno del Centro Meteorológico Zona Austral, Fabián Olguín.
Aunque parezca extraño, la caída de agua nieve, chubascos y granizos no ha generado hasta la fecha un cambio sustantivo en los registros oficiales de precipitaciones, debido a que al ser intermitentes y de corta duración, no alcanzan a cuantificarse.
Un escenario totalmente distinto se vivirá desde Arica a la Región de Los Lagos, donde los especialistas prevén lluvia hasta más avanzado el año.
Trimestre
Uno de los estudios que realizan los climatólogos consiste en proyectar el clima incluyendo tres meses. El último se efectuó considerando de noviembre a enero, donde los resultados arrojaron que la temperatura bajará entre uno a dos grados en comparación a años anteriores.
“Las temperaturas extremas van a estar bajo el índice normal. Incluso puede haber diferencias no tan significativas hasta enero”, expresó Olguín. Esto quiere decir que el clima va a continuar como se ha presentado hasta ahora, a pesar de la llegada del verano.
También se espera una disminución en las precipitaciones, las que se creen estarán en un nivel entre lo normal a bajas, pero posiblemente se sigan registrando de forma breve y repentina como ha sucedido durante los últimos días.
En cuanto al viento, Olguín explicó que su presencia es cíclica. “Este año hubo en varios meses, no como antes que se concentraba entre septiembre a marzo”, puntualizó.
Ante estas proyecciones sólo resta esperar que el estudio que incluya febrero a abril, regale una tregua a los magallánicos y para que puedan disfrutar de la comodidad de la ropa liviana y de la calidez del sol.