“El 29 de octubre de 2009, cerca de las 12.00 horas, encontrándose F.A.M.V., en el interior de su domicilio, en Población Archipiélago de Chiloé, hasta el lugar concurrió su conviviente, A.R.C.B., quien tras discutir con su pareja, la agredió con golpes de puño en distintas partes del cuerpo, resultando la afectada con contusión mano izquierda, erosión mano derecha y una contusión facial”.
Esta es una de las últimas sentencias del Juzgado de Garantía por violencia intrafamiliar, donde el acusado fue condenado al pago de una multa de cinco UTM ($ 184.315), “como autor del delito de lesiones menos graves, en grado de consumado, en contexto de violencia intrafamiliar”.
Además, el condenado fue obligado a hacer abandono del domicilio de la pareja y quedó con prohibición absoluta de acercarse, durante el lapso de un año, tanto al domicilio como a la víctima, “donde quiera que ésta se encuentre”.
Detenidos
Las cifras de Carabineros confirman este flagelo. La violencia intrafamiliar no cesa y prueba de esto es que Carabineros ha detenido 380 personas por delitos de violencia intrafamiliar (VIF) en Magallanes. Así se desprende del análisis de las últimas estadísticas policiales, al 30 de octubre de 2009.
En cuanto a las denuncias recibidas, éstas también han aumentado comparando el periodo enero-octubre 2008-2009. De 979 el año anterior, a 1.096 en el mismo periodo del presente año. Este aumento en las cifras refleja la mayor cobertura de servicios desplegados por Carabineros, tanto en el nivel preventivo como operativo, indicó el mando zonal.
“Las denuncias aumentan no porque haya un aumento del delito, sino gracias a la confianza y al resultado de las estrategias de creciente acercamiento del personal institucional con la comunidad”, indicó el jefe de la XII Zona de Carabineros, general Cristian Llévenes.
Agregó que, “como institución y comunidad, no debemos concentrarnos en la frialdad de las cifras, por el contrario, tenemos que preocuparnos de un profundo problema que afecta a muchas familias de nuestro entorno” reflexionando sobre cómo se puede prevenir este problema en los hogares, ya que nadie está ajeno a vivir episodios críticos entre cónyuges, padres e hijos. Además porque en un ciclo de violencia dentro del hogar, no hay sólo una víctima. Por el contrario, todos los integrantes de la familia ven mermados sus más íntimos y legítimos sentimientos de apego, protección y cuidado, principalmente los menores. “Son niños y niñas, que manifiestan el dolor en la deserción escolar, el abuso del alcohol y otras drogas, y en el uso de una inusitada violencia ante diversas situaciones con sus pares, en su entorno cotidiano. Así, los niños sufren las nefastas consecuencias de la violencia intrafamiliar”, lamentó el general Llévenes.