
Fue así como hace 20 años, un 20 de noviembre, se concretó la Convención sobre los Derechos del Niño en Chile, que llega a disponer de una serie de normas cuyo principal objetivo es asegurar el respeto de garantías que deben tener los menores como, por ejemplo, educación digna y de calidad, salud sin discriminar su posición social, tener una familia cuyos padres sean comprometidos con el cuidado de los infantes y expresar de forma libre la opinión sin ser censurados.
Para promover, potenciar y fomentar estas prácticas en la sociedad magallánica, dos alumnas del tercer año medio del Liceo Luis Alberto Barrera, Pricila Ruiz y Joselyn Osandón, junto a la asistente social de la Oficina de Protección de Derechos (OPD), Cristina Alarcón, llegaron a los estudios de Pingüino Radio, en el marco de una serie de actividades que buscan difundir el trato adecuado en la comunidad. Dentro de la labor conjunta entre ambas organizaciones, las alumnas, que también son “promotoras de derechos” -según lo informó la funcionaria del Sename-, insistieron en la importancia de concientizar a las personas en lo que a buenas prácticas se refiere, manifestando que ello se puede demostrar con gestos como “una sonrisa, un gesto amable y de respeto; ayudar o cuidar los parques, etcétera”, dijeron en Pingüino Radio.
Las jóvenes se han percatado de estas conductas y detallaron que a través de ellas se consiguen avances en el desarrollo de la sociedad, por medio de actos que también pueden llevarse a cabo al interior de las aulas estudiantiles. Con ello, los niveles de matonaje escolar, denominados popularmente como “bullying”, han disminuido según lo informado por las alumnas, quienes destacaron la baja en la cantidad de hechos violentos que se han registrado en el último tiempo en el liceo al cual pertenecen.
Consultadas sobre la forma en cómo deberían ser tratados por los adultos, las adolescentes fueron enfáticas al expresar que lo único que buscan es “ser apoyados en lo que nos gusta hacer y enseñarnos con cariño”, agregando que ello no sólo puede manifestarse a través de las palabras, sino que también con hechos. Asimismo, criticaron lo duros que en algunas ocasiones son los padres o profesores, lamentando que ellos sean poco delicados a la hora de corregirlos cuando han cometido algún error. “Deberían decirnos las cosas cuando hacemos algo mal, pero con más sutileza”, explicaron.