El caso de la bebé de tan sólo 24 semanas de gestación que tuvo que ser trasladada de urgencia desde Puerto Natales al Hospital Regional Dr. Lautaro Navarro, el pasado 13 de agosto, tuvo un hermoso final porque luego de permanecer 99 días internada en la Unidad de Neonatología, en la tarde de ayer fue dada de alta.
Fueron más de tres meses de lucha en que Natalia Esperanza Navarro Cárcamo, que ingresó pesando sólo 660 gramos, se sobrepuso a las estadísticas que le daban bajas posibilidades de sobrevivir, y a la inmadurez de sus órganos, que la mantuvieron en una incubadora por varios meses, para dejar el recinto asistencial pesando dos kilos cuatrocientos gramos y midiendo 52 centímetros.  
Visiblemente emocionadas, la madre y la abuela de la bebé, Yohana Cárcamo y Rebeca Barrientos, respectivamente, esperaron pacientemente que se realizaran los trámites del alta médica para retirar a la menor. Mencionaron que parece un sueño el tiempo que ha pasado desde que la vieron tan pequeña y con tantas complicaciones hasta ahora, cuando finalmente puede regresar a su hogar.
La madre explicó que se trató de un largo camino, que no estuvo exento de incertidumbre y tristeza, cuando en los primeros días la pequeña estaba con ventilación mecánica y cualquier infección podía agravar su estado. “Desde que ingresó al hospital siempre estuvo acompañada por alguien de la familia, que la visitaba las cinco veces diarias que estaban permitidas. Fue un período muy difícil porque yo venía 15 días y luego tenía que regresar a Puerto Natales para cuidar a mis otros hijos, pero afortunadamente todo eso va quedando atrás”, dijo la madre.
“Toda la familia está feliz por ver a Natalia por primera vez. Sólo la conocen por fotos así que cuando lleguemos a Puerto Natales nos esperan con una gran celebración. Sobre todo sus hermanos, Romina y Diego, que durante todo este tiempo han preguntado insistentemente por su pequeña hermana, a la que están deseosos de ver”, indicó Yohana Cárcamo, además agradeció la atención entregada por todo el personal de la Unidad de Neonatología del hospital regional durante estos meses.
En tanto, el médico de turno del Servicio de Pediatría del hospital regional, Fernando Bracho, informó que Natalia Esperanza “fue dada de alta en bastantes buenas condiciones. No requería oxígeno suplementario y se está alimentado con leche materna. Nació pesando 660 gramos y se fue pesando más de dos kilos, lo que es una recuperación bastante buena, y sin morbilidad importante”.
El facultativo explicó que todos los recién nacidos prematuros extremos tiene un programa del Ministerio de Salud en que se garantiza el acceso al seguimiento de todas las patologías que pueden presentar en el período neonatal, y también se les garantiza la alimentación que requieren y todos los controles necesarios.