
Agregó que la cercanía con las personas fue la principal característica fundacional de esta alianza, pero “el cálculo mezquino de la dirigencia de los partidos que la constituyen no sólo ha privado a la ciudadanía de participar junto a ella en la toma de decisiones políticas, si no que paulatinamente convirtieron a sus partidos en organizaciones de funcionarios que única y exclusivamente viven el vaivén de los gobiernos de turno en lo referente a los cupos y cargos, abandonando lo de fondo, que es fortalecer el servicio público, invitando a la ciudadanía a un proyecto de desarrollo que nos incluya a todos”, expresó.
Burgos manifiesta que ha sido concertacionista desde los inicios de este referente, pero que hoy es uno de los convencidos de que se debe construir una nueva mayoría para gobernar. “Una nueva mayoría para defender los logros de estos 20 años, una nueva mayoría para producir los cambios institucionales y económicos que están pendientes.
“Soy un convencido que Marco Enríquez-Ominami es el candidato que representa mejor el cambio que necesita el país, el cambio de la Constitución Política de la República, el cambio en la distribución de la riqueza, el cambio político-cultural, y sobre todo el cambio que necesitamos en educación para pasar del actual estadio de desarrollo a uno que dignifique al 100 % de los chilenos”, expresó.