
A juicio del senador, esta nueva publicación de antecedentes personales -que se suma a una anterior que afectó a 6 millones de chilenos- es "muy preocupante y amerita aumentar sanciones, ver qué tecnología es la que el servicio publico puede tener para dar garantías. Es un tema que es necesario y urgente empezar a debatir".
En su opinión, considera que lo ocurrido es doblemente complejo, pues los avances tecnológicos van poniendo nuevas exigencias a los sostenedores de estas bases de datos, quienes muchas veces no están en condiciones de dar garantías reales de privacidad."Desgraciadamente siento que esto se escapa al control. Hoy día la información de cualquier persona es casi pública, no hay un resguardo que asegure al mil por ciento que la información de un individuo o cualquier persona no se pueda obtener tan fácilmente", señaló.