
Carlos Bazán, cuñado del nadador, señaló que después de abortar el desafío se mostró un poco apesadumbrado por no haber logrado llegar a la meta, pero estaba consciente que primero estaba su salud. “Antes de que abandonará la prueba, llevaba un buen ritmo de nado, pero no pudo continuar la prueba, debido al viento reinante en esos momentos, que provocaban fuertes olas que hacían muy difícil la continuación de Rivera dentro del mar”.
Miembros de la Armada de Chile, a través de una embarcación de la Capitanía de Puerto, estuvieron acompañando al nadador desde un principio de la prueba.
Rivera perdió una de sus piernas en un accidente automovilístico a los 18 años, pero nunca dejó que esta discapacidad le impidiera practicar algún deporte. Es así como ha participado en numerosas pruebas de natación, tanto a nivel nacional como en el extranjero, además de incursionar en otros deportes como el atletismo, triatlón y basquetbol.