
La celebración, que se llevó a cabo en la capilla Corazón de María del Barrio Prat, y que contó con una liturgia encabezada por el obispo Bernardo Bastres, ofreció una comida especial, juegos, personajes y hasta la visita del Viejito Pascuero, quien le entregó regalos a cada uno de los asistentes.
“Además de los regalos, lo principal es el afecto que entregamos a nuestros jóvenes. Tenemos que agradecer a todos quienes colaboraron con la fiesta, especialmente a la Municipalidad de Punta Arenas y a la gestión del Alcalde Vladimiro Mimica”, declaró la voluntaria, Gloria Velásquez.