
La mercadería fue sustraída desde una pesquera que se encuentra inactiva, ubicada en el camino a Puerto Bories, donde algunas dependencias se utilizan solamente como bodega. En este lugar se almacenaban alrededor de 300 cajas de centolla en conserva.
Las primeras diligencias investigativas permitieron a la policía establecer que en un domicilio particular de Puerto Natales se estaban comercializando los productos robados.
Fue así que lograron recuperar algunas de estas cajas y obtener también declaraciones para continuar con la investigación tendiente a encontrar la totalidad de las cajas robadas.
Hasta el momento solamente se han recuperado alrededor de 100 latas de centolla en conserva. Según los antecedentes que maneja la PDI este producto habría sido distribuido en Puerto Natales y Punta Arenas.
La investigación permitió determinar que una compuerta de carga fue forzada, la que fue encontrada sin sus candados, y que, por la magnitud del robo, se utilizó un vehículo para el traslado de las cajas.