Ayer en la mañana, la Presidenta de la República, Michelle Bachelet, encabezó en el Grupo 10 de la Fuerza Aérea de Chile, la ceremonia en la que se homenajeó a los restos de cinco aborígenes (cuatro adultos y un niño) que fueron llevados a París para ser mostrados en el Jardín de Aclimatación de Bois de Boulogne y en diversas ciudades de Alemania.
A las 16.30 horas y en un esfuerzo conjunto del gobierno, el Consejo de Desarrollo Indígena de Magallanes y los miembros de las comunidades kawésqar y yagán, fueron trasladados en un avión Fach hasta Punta Arenas. A las 20.00 horas se efectuó un acto de reparación histórica en la Casa de los Intendentes, en el que no se permitió el ingreso a los medios de comunicación regional. Posteriormente, durante toda la noche se desarrolló un velatorio.
Al respecto, el intendente Mario Maturana manifestó: “Nosotros hemos podido constatar el cariño con el que fueron recibidos sus descendientes en la Universidad de Zurich”.
Las osamentas fueron encontradas en Suiza por el historiador Cristián Báez y el documentalista Hans Mülchi. Su repatriación constituye un hecho inédito en nuestro país, especialmente cuando hay convenios internacionales vigentes.
Hoy, una delegación integrada por diversas autoridades regionales y representantes de las dos etnias viajarán hasta la  isla Karukinká, donde se desarrollará la ceremonia fúnebre. Para la ocasión se se confeccionaron ajuares mortuorios que consisten en canastillos, en cuyo interior albergarán pequeñas canoas en cuero de lobo y collares de madera imitando huesos de aves.