
El quinteto fue trasladado, ayer en la mañana, a los tribunales de calle O’Higgins, en medio de un amplio dispositivo de seguridad. El carro de Gendarmería llegó acompañado por otro vehículo institucional, más dos furgones de la Policía de Investigaciones y dos motociclistas de Carabineros. Las sirenas, balizas y armamento de fuego que portaban los funcionarios involucrados en el operativo, despertaron la curiosidad de los transeúntes que a esa hora se desplazaban por el centro de la ciudad. Incluso, al término de la “audiencia de cautela de garantías” que solicitó la defensa de los reclusos, se repitió el operativo dejando sorprendidos a los turistas que al mediodía salían de los restaurantes del sector.
Luz verde al traslado
Guillermo Ibacache, abogado que actuó en representación de los condenados Gabriel Ojeda Saldivia, Segundo Aguilar Díaz, Eduardo Evaristi Montaña, Iván Maldonado Gallardo y José Cuyul Chávez, solicitó al juez Jaime Alvarez una revisión de la sanción disciplinaria que se les aplicó a cada uno, como fue el encierro por diez días en celda de castigo. Aunque este planteamiento no tuvo ningún efecto práctico, ya que dicho plazo se cumple hoy. Además, el magistrado, acogiendo la intervención del fiscal Eugenio Campos, no dio lugar a revisar la sanción.
Lo más relevante para Ibacache, según indicó en la audiencia, es la preocupación que le asiste a sus representados por un eventual traslado a otros penales del país, medida que pidió al tribunal dejar sin efecto.
El jefe del penal, mayor Ricardo Quintana, justificó la decisión basado en los antecedentes personales de los internos Ojeda Saldivia, Aguilar Díaz y Evaristi Montaña, todos ellos con un amplio prontuario policial y con problemas disciplinarios, durante el cumplimiento de sus respectivas condenas. Además, porque este tipo de medidas administrativas están contenidas en la orgánica de Gendarmería. Por lo mismo, el magistrado Jaime Álvarez rechazó la petición de la defensa, basado en que el tribunal no puede cuestionar decisiones contenidas en reglamentos internos.
Los cinco reclusos fueron regresados al Centro de Cumplimiento Penitenciario y, en los próximos días, se cumpliría con el traslado de los tres sancionados, cabecillas de la frustrada fuga.
Aunque Eduardo Evaristi le dijo al juez que a partir del 1 de enero le allanaron cinco veces la celda y nunca le encontraron nada. “Así y todo me están acusando de una supuesta fuga. Por eso, pido que se conozca la verdad”.