
El único voto en contra fue del concejal José Antonio Ríspoli, quien criticó que se estuviera optando por un proyecto que no ofrecía el menor costo, como lo indica la ley.
“Mi rechazo se debe a que no fueron equitativos con todas las empresas. Pienso que hay que ceñirse a lo que dicen las bases de la licitación para escoger”, manifestó.
El problema se originó porque la empresa ganadora, además de ofrecer el retiro de la basura, incluía en su propuesta campañas de educación respecto al cuidado del medio ambiente y reciclaje, entre otros adicionales, los cuales no fueron requeridos en las bases, ante lo cual Ríspoli consideró que no podían ser valoradas en la decisión final, porque el resto de las empresas desconocían que si complementaban su proyecto, aunque subierán el valor, igualmente contaban con posibilidades de ganar.
“En otras oportunidades ha pasado lo mismo y el consejo no ha aprobado, entonces ahora yo continué con ese criterio y rechacé. Para poder aprobar cosas que están ajenas a la licitación, lógicamente se debería haberle comunicado a todas las empresas, que en un sobre aparte, podían ofrecer otras cosas a la municipalidad”, consideró.
No obstante su planteamiento, la votación del alcalde y del resto de los concejeros, a saber, Juan Emilio Boccazzi, Claudia Barrientos, Mario Pascual, Vicente Karelovic, José Saldivia y José Aguilante, exceptuando a Roberto Sahr, quien se abstuvo por considerar que faltaba información técnica, fue a favor de Servitrans, que solicitó
$ 91.630.000 mensuales, IVA incluido, mientras que la compañía Áreas Verdes presentó la oferta más económica, que fue de alrededor de $ 64 millones, IVA incluido.
El edil argumentó su postura destacando la multiplicidad de prestaciones que hará la empresa.
“Este es un sistema prácticamente revolucionario para la ciudad. Vamos a tener asegurada una limpieza permanente con tecnología de punta. Hemos intentado, con esta aprobación, contar con la mejor de las opciones que se nos habían presentado”, enfatizó Mimica.
El servicio que prestará la compañía consiste en el barrido de 40 kilómetros lineales y del centro de la ciudad, tres veces por semana y educación ambiental para colegios. Además, cuenta con experiencia internacional, con GPS para conocer la ubicación de los camiones recolectores, métodos de reciclaje, entre otros.
Asimismo, parte del trabajo que realizará Servitrans coincide con el 25 % de los requerimientos de otras bases que están en licitación, “lo que significará un aseo como nunca antes lo ha tenido la ciudad”, sentenció el alcalde.
Fondos
El jueves pasado se entregó el último informe financiero a la directiva de la Corporación Municipal de Punta Arenas, el cual consignó que el déficit actual que presenta es de $ 3.600 millones.
Conscientes de esta situación, la municipalidad realizó un reajuste presupuestario en varios ítems internos, los cuales dieron como resultado 266 millones 641 mil pesos que serán entregados al organismo municipal, a modo de subvención.
Karelovic, Ríspoli y Sahr rechazaron la inyección de fondos, puesto que acusaron falta de información respecto del destino final de los dineros.
“A la fecha de la sesión en que se trata esta modificación presupuestaria, no hay documentación que especifique cuáles son los fines específicos. No ha tenido a la vista los antecedentes que justifiquen esta subvención, tal como lo señala la Ley Orgánica de las Municipalidades”, argumentó Sahr.
Más allá del cruce de opiniones, lo cierto es que la corporación recibirá dinero fresco para cancelar algunas de las deudas más urgentes que presenta.