Ernestina Pizarro ingresó el jueves 14 de enero al Hospital Regional Dr. Lautaro Navarro tras sufrir una descompensación y 500 de glicemia . A raíz de su diagnóstico, ese día debió ser internada.Al día siguiente fue trasladada a la pieza 21 de mujeres en la que había seis personas. Cuando se despertó el sábado, a las 6.30 horas, el enfermero Luis Soto le llamó la atención por los ronquidos.
“Me retó porque según él, no dejé dormir a nadie”, afirmó.
Pizarro decidió llevar un televisor pequeño para ponerlo en su velador porque el que tenía en su pieza no funcionaba. Sin embargo, Soto le dijo que eso estaba prohibido llevar otra.
“El enfermero me insistió en que pusiera mi tele arriba para que todas pudieran ver. Yo le respondí que no porque era mía y me contestó que pescara mi televisor y me fuera”, explicó la mujer.
Pizarro se fue de la habitación y debió esperar en el pasillo porque el enfermero cerró la puerta.
La mujer aseguró que los médicos tratantes no se enteraron que el enfermero le dio el alta.
“El doctor me había pedido días antes que me quedara más tiempo porque aún no me recuperaba 100%”, dijo Pizarro.
La mujer conocía hace años a Luis Soto, pero nunca había tenido un problema con él.
Tras ser consultado vía telefónica por Diario El Pingüino sobre la situación de Ernestina Pizarro, el enfermero aseguró molesto que “no es efectivo lo que ella está diciendo porque su hija firmó el alta”. Acto seguido, el funcionario cortó la comunicación.
