Voladura de techumbre, cortes de luz, cierre del puerto, caída de un contenedor sobre una camioneta, fueron algunas de las principales consecuencias del fuerte temporal de viento que soportó Punta Arenas durante gran parte del día.
Pese a esto, el jefe de la Oficina de Emergencias de la municipalidad, Sergio Becerra, destacó que la ciudad soportara muy bien las rachas que, alrededor de las cuatro de la tarde, alcanzaron los 84 kilómetros a la hora. Exceptuando la situación que se vivió en uno de los bloques de departamentos de la villa Cardenal Raúl Silva Henríquez, donde en cosa de minutos se desprendió parte de la techumbre (ver secuencia fotográfica). Pero como los dueños tienen seguros comprometidos la aseguradora responderá por los daños.
De todas formas, el alcalde Vladimiro Mimica fue a constatar personalmente los daños y dialogó con los vecinos después que una de las afectadas denunciara al móvil de Pingüino Radio que pese a la emergencia no recibían ayuda. En esos momentos se desprendió el pizarreño, “el cual cumplió su vida útil”, acotó Becerra, cayendo latas y palos al sector de estacionamientos.
El temporal provocó el primer corte de luz a las 14,12 horas, en parte del sector centro y nororiente de la ciudad, “producto de las condiciones climáticas imperantes”, según confirmó Edelmag en un comunicado. A su vez, “a las 14.35 horas y luego de que la rama de un árbol cortara una de las líneas de media tensión en calle Mardones con Padre Aliberti, se ocasionó una segunda interrupción”. Ambas fueron producto de las condiciones climáticas imperantes a esa hora, situación que lamentó la empresa por las molestias que generó esta situación.
Los muelles de Punta Arenas, Mardones y Prat, se mantuvieron cerrados durante el día ya que el viento impedía cumplir faenas portuarias.
“Me salvé por milagro”
La situación más caótica la vivió en carne propia Camilo Barrera Marambio quien, como él mismo lo declaró: “Me salvé por milagro”, en alusión a la caída de un contenedor sobre la camada de su camioneta Chévrolet.
Esto sucedió alrededor de las 16,30 horas en momentos que realizaba maniobras propias para estacionarse, en uno de los patios adyacentes al muelle Mardones, para luego dirigirse a las oficinas por trámites aduaneros.
“En eso estaba cuando de repente siento un tremendo golpe en la camioneta que la llegó a levantar y yo me golpeé la cabeza en el techo”, contó el afectado.
Por segundos no entendió hasta que miró para atrás y vio el contenedor apoyado sobre la camada. Abandonó rápidamente el vehículo agradecido de estar con vida.