
La alternativa es acudir al hospital o a consultorios; sin embargo, las horas de consultas para recibir atención de un dentista están colapsadas, por lo que existe una lista de espera de varias semanas.
Por esta razón y para evitar ser objeto de las múltiples intervenciones que se realizan para sanar una muela o un diente, es que la creación de los hábitos de higiene desde los primeros años de vida es fundamental.
Bien lo saben en la Fundación Integra y en la Junta Nacional de Jardines Infantiles (Junji), donde se trabaja desde la sala cuna en el cuidado personal y en la salud.
“En los jardines infantiles de la fundación se entrega tres comidas, por lo que parte de ese programa incluye la enseñanza del cepillado de dientes y del lavado de manos”, afirmó el nutricionista regional, Mauricio Piña.
Estos son los dos hábitos principales que los niños deben aprender, ya que su gusto por los dulces origina que las caries ataquen sus dientes, y aunque después los cambian, la costumbre de mantenerlos limpios debe inculcarse antes de que les crezcan los definitivos.
“Desde la sala cuna comenzamos a trabajar con los hábitos de higiene personal y del medio ambiente”, explicó la directora del jardín infantil Las Charitas de la Junji, María Teresa Soto.
Este establecimiento hace mini proyectos para planificar la manera en que se les va a enseñar a los párvulos la importancia de cumplir con estas prácticas.
“Para nosotras como educadoras es importante trabajar con los niños limpios, donde después de cada actividad se laven las manos y la cara cuando es necesario, puesto que parte del aprendizaje de los pequeños es verse limpios, que sea normal tener las manos limpias, la ropa, que estén peinados”, explico Soto.
A su vez, en la Fundación Integra procuran que “estos hábitos se vean como una parte normal del día. Si bien se hacen actividades que fomentan la higiene, nuestra idea es que lo internalicen naturalmente” agregó Piña.
Por la detección de múltiples problemas bucales en la comunidad educativa de uno de sus jardines, se decidió implementar un plan para subsanar el hecho, el cual se llevará a cabo desde marzo. Medida que no se descarta pueda extenderse al resto de los establecimientos.
Familias
Cuando se le enseña a un niño las rutinas de limpieza, también se está promoviendo un estilo de vida a sus familias, ya que las planificaciones curriculares de los jardines también incluyen a sus padres.
“Hacemos encuentros educativos con las familias y realizamos campañas de salud que se relacionan con la limpieza”, afirmó la directora.
Incluso se elaboran cartillas, trípticos y folletos para que esa información quede en las casas a modo de recordatorio.
Un hecho que explica que un niño sea sano, son sus hábitos de aseo, puesto que no sólo son rutinas, sino que también son formas de prevenir enfermedades.
Siempre el primer ejemplo está en la casa, por lo que si en el hogar existe una preocupación por la limpieza y el cuidado personal, probablemente la hora del cepillado y del lavado de manos sea para el menor un momento más del día que incluso, puede llegar a necesitar por sí solo.