Ayer, alrededor de las 18 horas, los detectives conversaron con el padre del interno, quien en principio negó que el hijo estuviera en su casa, pero finalmente entendió que “Pincheira” debía retornar al penal a terminar de cumplir su condena.
Dos días le duró la fuga al peligroso interno Jorge Díaz Cueva, alias “Pincheira”, quien el sábado en la tarde aprovechó un descuido de los vigilantes para huir desde el Centro de Detención de Puerto Natales.
Apenas los gendarmes se dieron cuenta de esta situación informaron a las policías de Carabineros y la Policía de Investigaciones, organismos que activaron el Plan Candado para buscar al prófugo.
Finalmente, esta labor tuvo sus frutos ayer cuando detectives de la PDI dieron con el paradero de Jorge Díaz. Según informó el subprefecto Marco Silva, jefe de la Brigada Criminal, apenas recibieron el llamado del Centro Penitenciario iniciaron servicios preventivos especiales, durante las 24 horas del día.
Luego, por diligencias policiales, fueron estrechando el cerco policial hasta llegar a tener la certeza de que el prófugo se ocultaba en casa de sus padres. Sobre todo porque el desaparecido comenzó a deambular por estos lugares dejando rastros e indicios de tener hambre y frío.
A partir de este antecedente, y sin levantar mayores sospechas, establecieron un punto fijo de vigilancia hasta confirmar que en la casa, donde se suponía vivía solamente el padre del interno, los movimientos comenzaron a dar cuenta de la presencia de más de una persona.
Las sospechas se transformaron en una verdad cuando el sujeto no aguantó más el hambre y el frío y decidió ingresar a la casa de su padre, ubicada en una zona rural, a unos cuatro kilómetros de Puerto Natales, en el Huerto Nº 256 del “camino tres”.