
Diez personas que sobreviven con dificultad pueden estar contentas cada vez que un chileno decide ser donante. Esto debido a que se calcula en diez el número de personas potencialmente beneficiadas, si un fallecido es donante de órganos y tejidos. Sin embargo, quienes están dispuestos a dar sus órganos escasean cada día más. El director del Servicio de Salud de Punta Arenas, Jorge Flies, al respecto señala que “lamentablemente el año 2009 fue el peor año a nivel nacional, ya que no tuvimos ningún procuramiento (gestión de los donantes), fue el porcentaje más bajo de los últimos años”.
Según relata Flies, esta cifra no se condice con las condiciones que existen actualmente en la región, ya que con respecto a la tecnología médica dedicada a este tipo de intervenciones, “acá en Magallanes, a diferencia de otras partes del país, están dadas todas las condiciones para lograr el procuramiento, tenemos neurólogos, buenas Unidades de Cuidado Intesivo (UCI), todos lo equipamientos para certificar la condición médica de un paciente que está en condición de donante”, destacó.