
Una de las tantas consecuencias que ha acarreado la globalización es que las culturas de los distintos países se han dado a conocer masivamente y, dentro de ellas, su medicina y las distintas maneras de curar las enfermedades.
Es así como cada vez más las personas recurren a la acupuntura, reiki y, últimamente, a la reflexología, ya que han ganado credibilidad y se percibe como una confiable vía de sanación.
“La reflexoterapia se usaba hace más de 5.000 años, especialmente por los chinos e ingleses”, afirmó la doctora en Ciencias Complementarias y directora del Centro de Terapias Complementarias e Investigación (Ceteci), de la Universidad del Mar sede Reñaca, María Verónica Rodríguez.
Esta se realiza a través de la digitopuntura, es decir, se ejerce una leve presión con los dedos en distintas partes de la planta del pie, donde cada zona está conectada con una parte del cuerpo.
“Se trabaja únicamente con los dedos en los puntos reflejos de los pies, siendo esto un complemento a la manera en que tradicionalmente se tratan las dolencias y enfermedades. Se trabaja con el sistema nervioso central”, expresó la docente.
Agregó que “esto es medicina alternativa, la que pretende encontrar el equilibrio físico y emocional. Cuando se presenta una enfermedad es porque algo emocional está mal”.
La doctora junto a otros profesionales se trasladaron desde Viña del Mar hasta Magallanes para impartir el Diplomado en Reflexoterapia Clínica, el cual motivó a profesionales de distintas áreas conocer y profundizar en este tema.