
El proyecto consideró la utilización de la energía eólica y de luz solar, pues ambas fuentes energéticas están siendo ya muy usadas en el mundo y se complementan en forma natural para el almacenamiento de la energía: si hay viento o sol, siempre las baterías se acumulan energía que, en esta caso, permitirá iluminar las áreas perimetrales.
Técnicamente, los trabajos consideraron dos fases. Primero, la instalación de siete postes autónomos eólico-solares, cada uno con un micro aerogenerador de 600 Watt, dos paneles fotovoltaicos de 50 Watt, un banco de dos baterías de ciclo profundo de 200 A-H y sus respectivos sistemas de control de carga y operación. Las estructuras de los postes consideran, además, dos brazos de luminarias y gabinete de equipos adosados, lo que permite que cada poste actué como un sistema autónomo de energía proveniente del viento y el sol. La segunda fase consta de la instalación de 45 faroles para la iluminación de los contornos del edificio: accesos peatonales, pasillos interiores y fachada, utilizando elementos radiantes de LED (Light Emition Diode), o diodos emisores de alta eficiencia lumínica y con un bajo consumo energético (cada farol consume sólo 5 Watt).
Con este sistema autónomo e inteligente (ya que se activa sólo ante el movimiento de vehículos o personas) se realiza una de las primeras aplicaciones regionales de la energía del viento y la luz solar en edificios, continuando así con los aportes que en la línea de eficiencia energética viene desde hace años realizando la empresa en Magallanes.