
Esta alineación, al mismo tiempo que procura cumplir con las promesas que realizó el Presidente Electo durante la campaña sobre de la independencia, juventud y preparación de su equipo, amenaza positivamente con derribar algunos estereotipos de nuestra política más dura y clásica, aquella que mira con evidente temor el protagonismo de personas marcadas el éxito profesional y no necesariamente político.
Pero hablando de política. La incorporación del abogado Jaime Ravinet, hasta una hora antes del nombramiento militante de la Democracia Cristiana, es sin lugar a dudas un duro golpe a la Concertación, por más que se intente dar la sensación de normalidad o bajarle el perfil con declaraciones cosméticas e indiferentes. No señor. No es poca cosa que un alcalde, ministro y destacado integrante de la Concertación se sume a este equipo, ojo, renunciando a más de 40 años de militancia. Es más, creo que Ravinet no hubiese renunciado de no existir el instructivo que así le exige a todos los DC que deseen aceptar la invitación de Sebastián Piñera para integrarse al nuevo Gobierno.
De esta manera, “la oveja negra Ravinet”, como lo catalogó el Presidente del PDC, Juan Carlos Latorre, se suma a otros tantos desencantados que decidieron pasar a la independencia política, a militar en otro partido (como el PRI por ejemplo) o simplemente quedándose en sus casas ya que no ven con ojos buenos el giro que ha adoptado la falange en los últimos años. Como lección o simple recomendación, sería sano entonces que los dirigentes concertacionistas utilicen los días que quedan de vacaciones para analizar en profundidad estas señales. Ya no sólo la derrota electoral, sino también considerar las causas y las posibles redenciones que pongan freno al cada día más voluminoso éxodo de simpatizantes.
Ahora bien, resuelto el Gabinete, se viene la designación del segundo equipo de colaboradores. Aquel que mantiene con los ojos atentos y celulares bien cargados a no pocos y que contempla la designación de los Subsecretarios, Intendentes, Gobernadores, Seremis y jefes de servicio.