
No sólo es loable que los bomberos en Chile sean voluntarios que no reciben ningún tipo de remuneración por desempeñar su importante trabajo, sino que también son un ejemplo de compromiso con su perfeccionamiento.
Una muestra de ello son los seis funcionarios de la Segunda Compañía y uno de la Primera, que participaron de cursos y talleres de especialización que imparte la Academia Nacional de Bomberos (ANB).
Tres de los voluntarios, el teniente tercero Nelson Mansilla y los bomberos Luis Peñaloza y Carlos Ayacady obtuvieron la norma NFPA 1001, la cual les reconoce el conocimiento actualizado y las habilidades pertinentes para enfrentarse a distintas emergencias.
“Para nosotros, convertirnos en bomberos normados significa que contamos con las destrezas y el saber para desenvolvernos en llamados de diferente tipo”, explicó Mansilla.
Agregó además que “es una capacitación estándar de bomberos muy parecida a la que se realiza en Estados Unidos. Es un paso grande hacia el profesionalismo”.
En Chile son sólo 17 los voluntarios que cuentan con la norma, por lo que “para nosotros es un orgullo tener tres bomberos en la región dentro de ese reducido número”, manifestó el capitán de la Segunda Compañía, Marcos Llanos.
El teniente cuarto, Alexis Gallegos y los bomberos Cristián Haro, Patricio Nahuelquén y Adrián Valdez de la Primera Compañía, están próximos a obtener la norma y sólo les resta concluir algunos cursos regionales.
“El sistema consiste en que se deben realizar diversos cursos y talleres, uno se realiza en Santiago, y si se consigue un buen resultado, entregan la certificación”, explicó Mansilla.
Los voluntarios deben destinar alrededor de dos años para cumplir con todo el currículo de perfeccionamiento, donde la mayoría son en las sedes regionales de la academia.