La Casa de Monedas, el lugar donde se fabrican éstas y los billetes del país, vivió hace un par de días la última de sus polémicas, la cual le costó el puesto a su ahora ex gerente general, Gregorio Iñiguez.
Desde 1981 que las monedas de $ 50 tienen el mismo diseño que se conoce actualmente, sin embargo, desde por lo menos el 2005 que están saliendo a circulación con “modificaciones” que no han sido solicitadas por el Banco Central.
El error trata de que, en una de sus caras, en vez de decir Chile, se acuñó Chiie y, lo más insólito, es que la persona encargada de plasmar los diseños, actualmente despedido, añadió en la solapa de la figura de Bernardo O’Higgins el nombre del maestro de su padre en el oficio, René Thenot, a modo de homenaje, según dijo.
Lo cierto es que no se ha confirmado el número de monedas falladas, por lo que la autoridad decidió declararlas válidas.
El seremi (s) de Gobierno, Manuel Sierpe, manifestó que “no hay problema con ellas. Es muy probable que en un período breve se retiren y sean reemplazadas por monedas hechas como corresponde”.
Los bancos de la ciudad reconocieron que no han tenido consultas al respecto y que en cualquier caso informarán a las personas que el metal sigue siendo aceptado en el comercio.
Cambio a S.A.
El error dejó al descubierto la falta de control interno y de tecnología que actualmente afecta a la Casa de Moneda, la cual hace alrededor de un año pasó de ser estatal a Sociedad Anónima (S.A).
Este traspaso ha generado desconcierto en los trabajadores, quienes han manifestado inquietud respecto de posibles cambios de personal. Comentarios que llegaron a oídos del directorio.
Una muestra más de la falta de coordinación es que, a fines del año pasado, se corrigió la falta en el nombre de Chile, pero la moneda continuaba fabricándose con la firma de René Thenot. Finalmente, en enero, el instituto emisor no autorizó más a la Casa de Moneda a seguir con la producción, puesto que no se estaba cumpliendo con el cuño matriz.
Negocio
Sin quererlo, la falla se volvió un negocio, ya que los coleccionistas están dispuestos a pagar varias veces más que $ 50 por conseguir un ejemplar.
En internet se pueden encontrar ofertas desde
$ 990 pesos por una moneda con el error, no obstante, se ha llegado a pagar hasta
$ 26.000.
Un coleccionista de la región, Walter Gallardo, afirmó que “una pieza así es interesante de conseguir, porque tiene un valor más allá de lo normal y eso la hace atractiva”.
Se estima que hace 28 años no se conocían errores de este tipo, por lo que el hecho quedará en la historia de quienes juntan estos elementos.
Otros casos
Pero la desprolijidad en la gestión de la Casa de Moneda ya se había repetido con otros elementos de valor.
En noviembre del año pasado, se habló de la supuesta venta de la medalla que la Presidenta Michelle Bachelet había mandado a fabricar como prueba.
En octubre, también de 2009, se habría vendido de forma irregular una medalla de Manuel Blanco Encalada que se había elaborado para el Museo de la Casa de Moneda.
Por último, en abril desaparecieron de ese mismo lugar cuatro punzones de acuñación de monedas bolivianas. Incluso, el caso está siendo investigado en la fiscalía norte de Santiago.
Así que fíjese en sus monedas de $ 50, quizás se queda con un recuerdo de esta “anécdota” o logra hacer un negocio que le multiplicará en varias veces ese valor.