
Es evidente que en la DC, como también se puede observar en los demás partidos de la Concertación, faltan personas que se atrevan a ejercer sus liderazgos, por pequeños que sean. La indefinición ideológica y la sólo reacción a los acontecimientos del país los coloca como un partido sin rumbo, sin un proyecto claro que ofrecerle a sus simpatizantes. Pareciera que el golpe electoral los tiene aún aturdidos y que, en vez de admitir que la tarea que enfrentan es compleja y vertiginosa, prefieren tomarse vacaciones y esperar.
¿Dónde están Orrego, Undurraga, los Walker, Alvear o el mismismo Eduardo Frei para contener esta escalada de torpezas? ¿Dónde están los príncipes, chascones y los colorines que aún comulgan en la DC?
A las exageradas reacciones por la incorporación de Jaime Ravinet como ministro de Defensa de Sebastián Piñera, debemos sumar no pocas fantasías sobre el futuro gabinete en general.
¿Qué es esto? ¿Es inteligente plantearse como oposición basado únicamente en reaccionar y no proponer? En fin, en unos días más se sentirá otra réplica del terremoto político, todo por culpa de las nuevas designaciones de subsecretarios y otras autoridades de confianza. En dicha nómina, al parecer, surgirán otros militantes de la Concertación sumándose al equipo de Gobierno de Piñera. ¿Cuál será la reacción de la DC y los demás partidos cuando vean dichos nombres? ¿Insistirán en repudiar a los que tomen esa decisión?
Es de esperar, aunque muchos me traten de ingenuo, que los movimientos futuros de la oposición sean producto de la reflexión y no del hincha, porque por último, podrían tomar dichas incorporaciones como garantía de que las políticas del Estado están al servicio del país y no del interés partidista. ¿Qué tal?