
Luis Barría, concejal de la comuna, señaló que “aquí existe persecución política, ya que lo que busca Gallardo es sacar a todos los empleados que estaban en el periodo de Simunovic.
Gallardo dijo que el 5 de enero la funcionaria a cargo de la contabilidad, Giselle Morales, fue despedida luego de que el alcalde realizara una contratación de una auditoría externa a la gestión municipal, para detectar supuestas irregularidades dentro del servicio público. De acuerdo con lo señalado por Barría y según lo informado por la propia afectada, la empleada “fue suspendida de sus funciones mediante resolución de la Contraloría Regional de Magallanes de fecha 31 de diciembre de 2008 dejándola sin remuneraciones y, además, con un sumario en su contra, siendo notificada en el municipio el lunes 5 de enero de 2009, por el señor alcalde y con presencia de tres funcionarios de la municipalidad”.
Ésta situación se produjo debido a que Gallardo, no envió a la Contraloría los informes contables correspondientes a los últimos meses. Barría señaló que estos estaban listos para ser emitidos desde el 15 de diciembre, a los cuales sólo le faltaban la firma para poder ser entregados al ente fiscal. Sin embargo, esto no fue así, por lo que el organismo contralor basó su responsabilidad a la contadora, pidiendo su destitución inmediata.