
Los inescrupulosos comerciantes, incluso se encuentran ofreciendo los lácteos por medios de comunicación abiertos, indicando su número personal para concretar la transacción.
Según la directora del consultorio Thomas Fenton, Susana Castillo, la situación es más que reprochable, ya que esta leche se trataría de un beneficio para la gente con menos recursos. “La entrega de leche en los consultorios es un beneficio estatal, por eso en el rótulo de los envases siempre aparece la leyenda ‘Prohibida su venta’”, agregó Castillo.
Actualmente, la ley 18.681 del 31 de diciembre de 1987 ha dado un marco legal a esta actividad de entrega de alimentos que se viene desarrollando desde hace años. El artículo cita textual: “Declárese que los beneficios comprendidos en el Programa Nacional de Alimentación Complementaria constituyen un subsidio estatal especial financiado con aporte fiscal. Corresponderá al Ministerio de Salud determinar los productos que conforman dicho programa, así como dictar las normas para su distribución.
En estas normas y en su aplicación deberá otorgarse especial prioridad a los niños hasta los seis años a las mujeres embarazadas y puérperas en riesgo biomédico y de escasos recursos, independientemente de su situación laboral o previsional o del régimen de atención de salud al cual se encuentren afectos”.